Una de las estampas más clásicas de nuestra ciudad es la de los Jardines de Méndez Núñez con su original reloj floral.
Sin embargo, esta imagen se perdió en los últimos tiempos, fruto del vandalismo que sufrió el famoso reloj coruñés.
Ahora, gracias al equipo de relojeros del que formamos parte, los Jardines vuelven a tener su reloj, totalmente nuevo, aunque conservando la estética de su antecesor.
La construcción e instalación del nuevo reloj llevó cinco meses. Y es que fue una tarea compleja, no por el mecanismo de la máquina que da las horas, que es muy sencillo, sino por todo el trabajo de ingeniería del que se ha dotado para que sea más preciso, más seguro, y más estable.
Por esa razón, para este trabajo los relojeros formamos un equipo multidisciplinar, incorporando al ingeniero José Morillas, además de tres profesionales de los cuatro que ya trabajamos en la restauración y reparación de los relojes de María Pita y del Obelisco: José Antonio García Prado, de Postventa Relojeros; David Rodríguez, de Joyería Nemesio y Joan Domenech.
Como comenta José Antonio García, “el reloj se ha creado desde cero, totalmente nuevo”, lo cual ha permitido aprender de los errores del pasado, y buscarles solución.
“Fue un trabajo de muchas semanas, pero, al mismo tiempo, un reto muy bonito”, subraya el responsable de Postventa Relojeros.
Principales novedades
Una de las principales novedades de la nueva maquinaria es que incorpora un receptor de GPS, lo que permite que el reloj, que está al aire libre y sus agujas podrían moverse, se ponga en hora solo.
Del mismo modo, se ha dotado al reloj de un mecanismo para impedir que la lluvia lo estropee. En concreto, cuenta con un sofisticado sensor que mide la temperatura y el nivel de humedad, y, si hay mucha, se activa un sistema de calefacción propia dentro de la caja, para secarlo.
Otro aspecto en el que se ha trabajado es el relativo a la seguridad ya que, por desgracia, y como saben todos los coruñeses, el antiguo reloj fue objeto de vandalismo en numerosas ocasiones. Ahora, se han implantado diversos sistemas de seguridad que impiden que se dañe la maquinaria por estas razones.
Además de estas innovaciones, no sólo la maquinaria se hizo nueva, sino también las agujas. Al ser creado desde cero, “se trata de un reloj único, no hay otro igual en el mundo, pero si lo quiere otra ciudad, podemos exportar el diseño y montarlo allí”, comenta José Antonio.
El reloj se puso en marcha esta semana, y hoy mismo se procedió a la retirada las vallas que protegían el entorno.
Imitación del reloj floral de Ginebra
El reloj original de los Jardines de Méndez Núñez fue un empeño del alcalde Alfonso Molina, quien, después de su visita a Ginebra en los años 50, quedó prendado del reloj botánico de la ciudad suiza, y quiso copiar la idea en su querida A Coruña.
Sin embargo, su repentino fallecimiento durante un viaje a Brasil, le impidió ver cumplido su sueño, que sí concluyó su sucesor, Sergio Peñamaría de Llano, en 1960.
El primitivo reloj floral fue ideado por el relojero bilbaíno Santos Alonso Caballero, con una máquina sencilla pero con una precisión de un minuto al mes.
Lo que sí no ha cambiado desde entonces es el gran parterre de flores que construyen la esfera floral, así como los números, realizados en arbustos de boj, muy resistentes.
Ahora, con un corazón completamente nuevo, desde Postventa Relojeros confiamos en que el reloj floral pueda seguir dando la hora en los emblemáticos jardines, durante muchas décadas más.
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